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24/12/2024 10:03 Radio Con vos - La inmensa minoría
Maquieyra: 'No hay forma de superar la pobreza sin una macroeconomía ordenada e inflación baja'
Juan Maquieyra - Director Techo y Ex Presidente Instituto de Vivienda GCBA
Tres minutos pasan de las diez de la mañana. Y la verdad que le tengo que agradecer a Juan Maqueda la gentileza de venir hoy un 24 de diciembre, previo a la Navidad, porque hay un tema que para mí es el más destacado de los que hay que poner en la agenda, que tiene que ver con la pobreza, la desigualdad, la posibilidad de que la gente pueda tener acceso a una vivienda digna, un trabajo digno. Él es director ejecutivo de Techo, Argentina, licenciado en ciencias políticas por la Universidad Católica, máster en políticas públicas en la Universidad de Harvard, seguramente lo conocen de su actividad política pública, fue presidente del Instituto de la Vivienda del Gobierno de Buenos Aires, la ciudad, es docente de la UCA y de la Universidad Austral, cofundador de la escuela política Fratelli Tutti en España, ligada al Papa Francisco, y desde 2023 es director ejecutivo de Techo, Argentina. Juan, muchísimas gracias por venir. Muchas gracias por la invitación y por poner el tema arriba de la mesa, la verdad es que poder cerrar el año hablando de pobreza y de las buenas cosas que podemos hacer para hacia adelante y de las cosas que se están viviendo y que son duras también. Mira, primero vamos a empezar con lo más polémico de los últimos días, que tiene que ver con el número, porque la tasa de pobreza al fin del primer semestre de 2024 se había disparado de manera tremenda, 52,9%, 53% de argentinos pobres. Y en ese núcleo había un dato estremecedor, que era que de los menores de 14 años, el 66% eran pobres. Había aumentado el 11%, obviamente después de la enorme devaluación en el arranque del gobierno de Javier Milei y. Pero recientemente, en el cierre del tercer trimestre, el gobierno dice, la baja de inflación determinó una caída enorme de la pobreza, que está ahora en 38,9%, o sea, marcando una caída realmente impresionante, de 52 casi 53 a 39. ¿Coincidís con esos datos? ¿Qué desagregado se puede hacer o se debe hacer? Bueno, lo primero que creo que hay que decir es que la pobreza que había subido muchísimo durante el año, efectivamente eso que había subido, lo viene bajando fundamentalmente por la baja de la inflación. Y en ese sentido es algo que nosotros venimos remarcando mucho. No hay manera de proponer en Argentina que superemos la pobreza si no hay una macroeconomía ordenada y si no hay niveles de inflación bajos. Con inflación alta, siempre antes o después, terminan los sectores populares muy golpeados. Y en ese sentido, esta baja de la inflación, efectivamente está haciendo que la pobreza vuelva a niveles similares a los del gobierno de Alberto Fernández. Uno después puede ponerse en el detalle de cómo se mide la pobreza ahora, que es igual a cómo se medía en aquel momento, pero en aquel momento había mucha más inflación. Hoy al haber menos, puede ser que la pobreza te dé dos puntos más, dos puntos menos. Pero yo creo que lo relevante es decir, cuando baja la inflación y cuando la economía se ordena, baja la pobreza. ¿Eso es suficiente? Definitivamente no. Porque cuando uno hace doble clic y entiende qué es lo que hay ahí adentro, vemos por un lado el mundo de la seguridad, y en este caso la inseguridad alimentaria, y por el otro lado del acceso al hábitat y a la vivienda y a condiciones de vida dignas, que hay mucho, mucho camino por recorrer ahí, después podemos profundizar. Pero el resumen es que ha bajado la pobreza con respecto a cuánto había subido, pero en lo estructural todavía no hay un cambio profundo, y para que ese cambio profundo se dé, por supuesto tiene que haber macro ordenada de baja inflación, pero también tiene que haber inversión estatal. Muy bien. En definitiva, que a veces cuesta plantearlo, no sé si a vos te pasa lo mismo, vos decís che, bajó la pobreza o bajó la inflación y eso es bueno. El que está enojado con Milei porque la pasa mal, porque la aumentó, el otro día salió el número, el 400% el costo de los servicios, vos le decís esto y se enoja, pero hay una cosa concreta, cuando la inflación baja, esto casi a nivel numérico, no es ideológico, cuando baja la inflación, la pobreza también baja. Y ahí hay un punto que para nosotros es clave destacar, que es la baja de la inflación, lo mismo que la inversión en infraestructura social, no es prerrogativa y de un solo gobierno, de hecho mal le ha hecho a la Argentina que algunas de las agendas que eran más grandes que los partidos políticos o que los grupos políticos, las agarra un grupo político y dice esta es mi agenda. Y hay un montón de ejemplos, con los derechos humanos pasó en un momento, parece que es una cosa kirchnerista, no, los derechos humanos son mucho más grandes que el kirchnerismo. Bajar la inflación también es más grande que este gobierno o que cualquier otro gobierno, lo que quiero decir con esto es, si baja la inflación baja la pobreza, eso está bien, por supuesto hay mérito del gobierno en haber logrado que eso pase, pensar que eso resuelve el tema de la pobreza de manera estructural, definitivamente no, y creo que ahí es importante sumarle otros temas a la conversación, la inversión que el Estado tiene que hacer en infraestructura social por ejemplo, la inversión ha sido prácticamente nula, veníamos con un nivel de inversión razonable, con un fondo de integración social y urbana. Sí, la destrucción del FISU debe ser, el fondo de integración debe ser una de las atrocidades más grandes cometidas por este gobierno. Nosotros en el informe de fin de año de techo decimos con mucha claridad las dos cosas, que bajen la inflación es bueno y hay que sostener ese camino, pero es gravísimo que no haya inversión en infraestructura social, el FISU es el fondo de integración social urbana, fue creado en el gobierno de Macri, se fundió en el gobierno del peronismo, venía funcionando muy bien, o relativamente bien para otros, pero venía funcionando en general bien. Bueno, Sebastián Pareja, el armador de la Libertad Avanza en la provincia de Buenos Aires, alguien de mucha confianza de Karina Milei y, de Santiago Caputo y del Presidente, dijo es el mejor programa ejecutado en el gobierno de Alberto Fernández. Lo dijo el subsecretario que acababa de nombrar, Pareja, que viene del entorno de Milei y, lo dijo el Banco Interamericano de Desarrollo con respecto al programa Mi Pieza, lo dijeron políticos por derecha y por izquierda, digo, es algo que estaba muy legitimado, que se desfinanció casi en su totalidad, tenía el 30% del impuesto país, pasó a tener menos del 1% del impuesto país de financiamiento y hay mil obras que no se han retomado con la fuerza que se tienen que retomar, porque son obras además que no tratan de darle un beneficio a alguien o generar una inversión estatal que puede no justificarse. Estamos hablando de que la gente tenga acceso a las cloacas, al agua corriente, que tenga acceso a la red eléctrica, sin una conexión que puede ser un peligro para los chicos, para las chicas. En ese sentido es absolutamente fundamental que de la mano de una política que logra bajar la inflación haya una política de inversión en infraestructura. En Argentina hay más de 6.400 barrios populares donde viven un millón de familias, son entre 4 y 5 millones de personas, en barrios en los cuales el 66% no tiene acceso a una conexión formal a la red eléctrica con todo el riesgo que eso implica. Imaginate lo que es, tenés un nene o una nena, ya es un problema que una familia de clase media o de clase alta los enchufes en la casa, imaginate si las conexiones son todas informales y todas problemáticas, hay riesgo de muerte todo el tiempo para los pibes. El 66% de los barrios no están conectados a la red eléctrica. El 90% no está conectado a la red de agua corriente. O sea, muchos no tienen agua, o los que tienen cuando abren la canilla no saben si lo que sale de ahí es agua potable y se puede consumir. Y después tenés casi el 97% que no tienen conexión con las cloacas. Ahí es donde hay que invertir y esa es la manera, junto con la baja de la inflación, de lograr que haya una propuesta que supere la pobreza en Argentina. Ahora vamos a ir a las propuestas, pero aprovecho para preguntarte, vos estuviste 5 años en el Instituto de Vivienda del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, y uno escuchaba que la política de, por ejemplo, urbanización de barrios era ponderada por casi todos los sectores políticos. Tuviste esa situación que a veces es muy extraña y que uno ve como algo positivo. Si algo se hace bien, se hace bien. Estoy hablando del recuerdo a los oyentes y a quienes nos están mirando, más fácil porque tienen la pantalla, que estamos con Juan Maquiera, que actualmente es director de Techo. ¿Qué pasó con esos programas? ¿Se siguen ejecutando? ¿Avanzan o no avanzan? ¿Se paralizó esa política? No, la política de integración social urbana en la Ciudad de Buenos Aires, en los barrios donde se habían lanzado proyectos, el barrio Mugica , que es la ex Villa 31, Rodrigo Bueno en Puerto Madero, Fraga en Chacarita, el barrio 20 en el sur de la ciudad, siguen con sus obras, no ha habido nueva inversión en otros barrios y después es discutible el nivel de avance en esos barrios. Pero no es que sea paralizado totalmente. Se identificó por usar un neologismo. Pero no se ha detenido y creo que en parte no se detuvo porque hay un nivel de consenso en la Ciudad de Buenos Aires, en los distintos sectores políticos, de que lo que se venía haciendo, y sobre todo la apuesta de integración social urbana, vale la pena y uno lo ve cuando va a caminar por Fraga en Chacarita. Cuando nosotros arrancamos esos procesos de integración, muchos de los vecinos, tanto del propio barrio como de los márgenes de lo que era la Villa, desconfiaban, los de afuera no querían que la Villa se quede ahí, los del barrio tenían miedo que el gobierno los venga a echar. Hoy por hoy ha mejorado mucho las condiciones de vida de las familias que estaban ahí y ha mejorado mucho las condiciones de seguridad del barrio, han mejorado y están mucho mejor las escuelas del barrio, porque los chicos van más contentos a la escuela, porque de hecho pueden ir a la escuela, porque ahora cuando llueve no pierden todo como pasaba hace un tiempo. Con lo cual es una agenda que creo que en la ciudad se ha ganado, que creo que es importante que se sostenga y que tiene consenso, como vos bien decías, de las distintas fuerzas políticas. Yo uso mucho el ejemplo de este proceso en la ciudad de Buenos Aires, porque en principio es un gobierno de centro-derecha, fue el de Horacio Rodríguez Larreta, por buscarlo ideológicamente. A veces lo discutía con amigos más progresistas o de izquierda y yo les decía, miren, urbanizar un barrio no es una cuestión en el fondo de izquierda o derecha, es mejorar la calidad de vida de la gente. Lo puede hacer bien, lo puede hacer mal, en definitiva. La decisión de instalar el Ministerio de Educación en ahora el barrio Mugica es una decisión importante, relevante, que no ha tomado un gobierno progresista, lo ha tomado un gobierno de centro-derecha. Por eso a veces es tan torpe el analizar en blanco y negro, porque te llevas unos chascos importantes. Y ahí yo creo que hay algo que por ahí nos pasa como argentinos y argentinas últimamente, que es que las cosas están bien o mal de acuerdo a qué partido las hace. Si las hace alguien que a vos te gusta, está bien hecho, si las hace uno que no te gusta, está mal hecho. Y creo que hay que bajarse de ahí y poder reconocer las políticas públicas que están buenas, sea que las proponga un gobierno de derecha o izquierda, y tomarlas, y lo mismo otras. Y vale para todos, cuando baja la inflación, y si esto se sostiene y funciona en el tiempo, y Argentina efectivamente logra tener, que por supuesto falta tiempo para eso, pero si se lograra que la inflación baje y que la economía esté ordenada, bueno habrá que depender de eso y habrá que tomarlo. De la misma manera que hay que tomar de los proyectos de integración social urbana que se empujaron primero desde ONG como Techo y otras, y después los tomó el Estado Nacional, también hay que sostenerlas. Y no porque había un funcionario que te gustaba más o te gustaba menos, o porque lo había impulsado un gobierno que no te gustaba, detenerlo. Es una locura, hay que ver lo que funciona, y en base a lo que funciona, generar una agenda de propuestas que deberían de nuevo no ser de un partidero. Lo que es contradictorio, o nosotros le apuntamos al gobierno críticamente, es que imagina que se sale de la indigencia, se sale de la pobreza, se consigue agua potable sin participación del Estado, sin que el Estado trace las políticas centrales. No hay manera de salir de la situación de la pobreza que tiene Argentina si no suceden por lo menos tres cosas. La primera es, por supuesto, tener un orden macroeconómico que permita que no tengamos crisis cada 10 años, y que la inflación vuelva a subir y que dejemos a la gente tirada en el piso. Lo segundo es que haya inversión en infraestructura social de calidad y sostenida en el tiempo. Primero estatal y después sí generando mecanismos para que también el sector privado vuelque recursos a los barrios populares, que de hecho el FISO está pensado para que eso suceda, lo pensó un funcionario de Macri para poder captar dinero de los mercados de capitales que hacen inversiones de impacto. Y lo tercero es un modelo de crecimiento y desarrollo que genere trabajo en la base de la pirámide, o que transforme el trabajo que está en la base de la pirámide en trabajo de calidad informal. Argentina hace muchos años que solo crece en empleos en el marco de la informalidad, y tenemos que realmente ponernos a pensar además cómo armamos un modelo de desarrollo donde los empleos que se generen sean empleos que puedan absorber vecinos y vecinas de barrios populares, personas que están en situación de pobreza. Porque si no vamos a tener dos Argentinas separadas. La Argentina formal y que está bien y que puede laburar en inteligencia artificial y desarrollarse, y la Argentina informal y pobre de los barrios. Otra de las, creo yo, crisis grandes de la Argentina es que si vos mirás en términos de lo que viene creciendo en las ciudades de la Argentina, en términos de urbanizaciones, son dos tipos de urbanizaciones. Por un lado los countries y por otro los barrios populares. Es justamente el signo de lo que, por lo menos, quien te habla, no quiere para la Argentina. Yo quiero una Argentina donde vuelvan a crecer los barrios como el que crecí yo, en general Pico de la Pampa. Yo me acuerdo cuando llegó el asfalto a mi ciudad. Me acuerdo que jugábamos a la pelota con los pibes en la calle. Me acuerdo que no había mucha diferencia si vos eras de una familia más de clase alta o de una familia más de clase baja. Para volver a ser argentino y para superar la pobreza se necesita del Estado y del mercado. Se necesita de laburar con la industria y con el sector agropecuario. Se necesita de bajar la inflación y de invertir en los barrios populares. Para mí ahí hay un mambo que tenemos en la Argentina con ponerle a toda una O. Es el Estado o el mercado. O sos liberal o creés en la educación pública o la educación privada. Y es una locura porque lo que tenemos que hacer es poner una I ahí. Es Estado y mercado, es educación pública y privada, es de calidad y auditada y también gratuita para que puedan acceder a los sectores populares y a los sectores medios que si no tienen esa posibilidad no pueden ir a la universidad. Pareciera que la idea del gobierno es claramente ir por el lado del mercado y que todo se acomode de acuerdo a eso. Otra vez la teoría del derrame y todo esto. Por eso uno hace las advertencias del caso. Si bien la macroeconomía empieza a dar señales importantes, positivas, pues si che, pará. ¿Y el modelo cuál es? El modelo este de cada vez más countries y cada vez más villas. El modelo cuál es Paraguay. Te empezás a hacer esas preguntas. Más allá de que la economía está acomodada como en esos países, como en Perú o como en Paraguay, con respecto a los peruanos y a los paraguayos. Preguntas para futuro. Ustedes están trabajando con algunas ideas, en especial desde techo. Acaban de emitir un documento que se llama Desafíos estructurales de la Argentina. ¿Lo puede sintetizar? Por supuesto. Nosotros estamos trabajando en una de las verticales que comentábamos que tiene que ver con cómo generamos inversión en los barrios populares para que todas estas familias que están hoy, en el caso nuestro, laburamos para que nadie vive en un piso de tierra. Hay en Argentina, dentro de ese millón de familias que viven en barrios populares, hay muchas, cientos de miles, que directamente viven en un piso de tierra. Y lo que estamos trabajando con techo es en el rediseño de la propuesta de vivienda de techo para que sea una vivienda progresiva y que le permita a las familias dar el primer paso que hacen hoy con la vivienda de techo, que es dejar de ir al barro, dejar de ir al baño en el patio de tu casa, dejar de perder todo cuando llueve, que te metan las ratas a la casa porque estás viviendo directamente en el piso, y además progresar esa vivienda hacia una vivienda definitiva. Queremos hacer eso con una vivienda que pueda ser construida con voluntarios, como lo hacemos hoy, porque parte del carisma de techo no es solamente hacer vivienda, sino es mezclar lo que la sociedad no mezcla. Al techo vienen a construir jóvenes de clase media, media alta, y se encuentran pibes que han votado al presidente o que están convencidos de que el progresismo es el camino para salvar la Argentina. Esos dos tipos de personas se encuentran construyendo con nosotros. Y este proyecto de rediseño, además, está enmarcado en trabajar con el sector privado también para que el financiamiento para esas viviendas sea parte de una propuesta que capte parte del dinero del mercado de capitales, que junto al dinero de la filantropía nos permita bajar la taxa y prestarle dinero muy accesible a las familias para que puedan progresar esa vivienda después. Bajame lo concreto, Juan. Estamos hablando con Juan Maquiera, que es el director de techo, es presidente del Instituto de la Vivienda en la ciudad de Buenos Aires. Dame un caso concreto. ¿Cómo se hace? ¿Cómo van? ¿Cómo accionan en un barrio? Nosotros venimos de hacer 130 viviendas en Concordia. Concordia hoy es la cuarta ciudad más pobre de la Argentina. En muchos rankings termina muchas veces primera o segunda. Estuvimos construyendo en dos barrios. En ese caso es en un convenio con la gobernación de Entre Ríos y con la municipalidad de Entre Ríos que querían llegar a barrios donde el Estado no estaba llegando y lo hacen de la mano de techo. Llegamos un viernes, en ese caso fue una construcción de una semana, pero generalmente techo lo hacen un fin de semana. Llegamos el viernes, vienen cientos de jóvenes muchas veces de toda la Argentina, duermen en una escuela. El sábado de la mañana se dividen en cuadrillas y van a construir a las distintas casas donde estamos. Ya habíamos descargado los materiales, entonces empiezan a construir viviendas. Esos chicos que llegan ahí a trabajar, ¿se anotan en techo? ¿Cómo hacen? ¿Me quiero anotar como voluntarios? Que entran al Instagram de Techo o a la página web de Techo, ponen Techo Argentina en Google y les salen todas nuestras redes sociales y son voluntarios que vienen a construir. Yo digo muchas veces que techo es un movimiento contracultural en esta Argentina. Primero porque encuentra a los que no se encuentran. Ahí se encuentran pibes, como te decía, que vienen de distintos sectores sociales, que tienen distintas identidades de género, que no se cruzarían nunca porque votan y creen en cosas distintas, se encuentran ahí. Segundo, está el foco en el hacer. Nosotros no venimos acá a compartir este rato y después nos vamos a casa tranquilos a criticar al gobierno o a otro gobierno o a quien sea. Nosotros vamos y construimos. Y lo tercero, pone el centro de la experiencia del sentido de ayudar al otro. ¿Y sabés lo que nos pasa en los barrios? Cuando están estos pibes de clase media o media alta construyéndole a vecinos de sectores populares, son dos días, sábado y domingo construyen, cuando el sábado llegan la gente vive en el barro, cuando se van el domingo, viven en una vivienda que no se llueve y que no hace frío, los vecinos dicen, ¿y cuánto cobran ustedes por venir acá? Y los pibes le dicen, no, no, no cobramos nada. ¿Cómo no cobran nada? No le pueden creer. ¿Pero vos de dónde sos? No, yo soy del conurbano, de zona oeste, de Buenos Aires, de Luján, pero me gusta venir a Concordia a ayudar, entonces pido el día en el laburo, incluso a veces dejan de percibir las horas por pedir ese día, y se vienen tres días a construir. Es un testimonio de entrega y de acompañamiento que en esta época además hace mucho sentido. Hay un tema que no está tan trabajado, le vamos a empezar a meter mucho, que es, está muy medido en el mundo que ante la crisis que hay de salud mental en los jóvenes, voluntariarse, o sea, hacer algo para ayudar a un otro, disminuye los síntomas de depresión y de aislamiento. Y está buenísimo, como propuesta, como proyecto. Pero para, explícame, ¿cómo se hace para hacer una vivienda en dos días? Nosotros tenemos una fábrica de techo, una en Escobar y una en Misiones, que construye los paneles de madera con los cuales nosotros ensamblamos la vivienda, y todos esos paneles se descargan un miércoles en el barrio, y cuando los voluntarios el sábado de la mañana llegan a construir, de lo que se trata de alguna manera es de ir armando el tetris de esa vivienda. ¿Ahí lo dirige alguien? ¿Tienen gente que ya está especializada? Sí, voluntarios. ¿También voluntarios son? Son chicos en general, chicos, chicas. ¿Ponen un arquitecto? ¿Chicos, arquitectos? ¿No? No, no, vos, si querés venir también, porque no son solo chicos, cualquiera que nos esté escuchando y que tenga ganas, está invitado. No, no, lo voy a acompañar la próxima para verlo, si me avisa, para ver el proceso, como observador, testigo. Te vamos a invitar, y de hecho, te voy a llevar a un llamado para que lo puedan hacer voluntarios. Yo participé en un proceso el de Casitas de Belén, con el padre Paco, y vi la velocidad con que se labura, era otro sistema, pero... Nosotros en dos días las estamos levantando, se arma una cuadrilla, y hay un jefe de cuadrilla. El jefe de cuadrilla es alguien que por lo menos tiene que haber venido a construir dos veces. O sea, vos vas dos veces, aprendés la experiencia, y a la tercera vez vas y liderás un proceso. Lo cual, para un pibe de 19, 20 años, es muy potente también, porque en general, uno de los 19, 20 no tiene chance de liderar un equipo que construye algo. Entonces estos chicos van, construyen dos días, y cuando se van, hay una casa que no estaba. ¿Pero queda armada la casa en dos días? Queda armada la vivienda en dos días, y de hecho en Concordia construimos con baño y kit eléctrico. Y en dos días lo levantamos, lo armamos. Y es una casa que no es una vivienda definitiva, por supuesto, no busca serlo, creemos que primero hay que dar un primer paso para que la gente pueda salir de la situación de miseria en la que se encuentran, pero es el primer paso que después la familia le permite progresar. Y en dos días la armamos. Está diseñada y armada para que pueda hacerse en dos días. Perdóname, ¿y esa casa después hay que modificarla, o se tira y se hace otra cosa? No, en general las familias las usan muchas veces como única vivienda, muchas veces como complemento a la vivienda que tienen. El modelo que yo te contaba que estamos rediseñando tiene el objetivo de que esa vivienda pueda ser progresada por la familia hacia una vivienda definitiva. La que estamos construyendo hoy no es progresable, probablemente vengamos, ojalá ya el año que viene con el modelo armado, ya tenemos un piloto que estamos trabajando ahí con varias empresas que nos están acompañando, el objetivo es que sea progresable. Porque si nosotros le damos una vivienda que vamos con techo, se la construimos a la familia, y después también le podemos ofrecer a la familia... Algún crédito, alguna manera... El crédito que le permita progresar esa vivienda a una tasa más barata de la que presta el mercado, por eso tiene que ser público, privado ese fondo. Como trabajamos con los intendentes, como venimos trabajando para que haya buena gestión del suelo urbano y para que lleguen los servicios, eso es una política de vivienda para los sectores populares que hoy en Argentina no existe, y es una política de vivienda que no le pone toda la carga al Estado, que tiene que tener una parte, pero que no es la única parte. Tiene que estar la sociedad civil, tiene que estar el sector privado, y tiene que estar, por supuesto, el Estado acompañando y dando muchas veces el primer paso de inversión. Está buenísimo como proyecto. ¿Cuántas casas hicieron? Nosotros este año construimos enero, enero, 950 casas, diciembre, diciembre, porque el año pasado construimos entre Navidad y Año Nuevo en Bahía Blanca, hicimos 1010 casas, más de 1000 viviendas construimos en los últimos 12 meses. Son más de 1000 familias que dejaron de vivir en un piso de barro, que por lo menos... Pero no es tanto, es un montón. No, no, nosotros, el techo lo que tiene es que busca ser una organización que desde la sociedad civil y canalizando fondos públicos y privados, genere escala. Nosotros no estamos pensando en acompañar a 10 o 20 familias, estamos pensando en todos los años tener un piso de 1000 familias que dejan de vivir en el barro, y con el modelo que estamos desarrollando, que tiene acompañamiento y trabajo, de nuevo, con empresas y después con el sector público, lo que queremos es que haya miles y miles de familias que puedan acceder a la vivienda, porque además va a ser una vivienda código abierto, no es que va a ser una vivienda solo para techo, después quien quiera la puede tomar y la puede construir, porque justamente lo que queremos es que los cientos de miles de personas argentinas que viven en el barro dejen de vivir. ¿Cuánto es el déficit? ¿Tenés el dato de vivienda? El déficit... En barrios populares viven un millón de personas en Argentina que tienen las distintas problemáticas que vimos recién. El déficit habitacional en general argentino es más grande que eso, porque involucra distintas situaciones de familias por ahí más de clase media que no están en un barrio popular. O que están alquilando. Que están alquilando y que están en situaciones de déficit. Pero lo que nosotros creemos que hay que trabajar primero es dentro de ese millón de familias, cuáles son exactamente las que están además en situaciones de mayor precariedad, y a esos sacarlos del barro. Sacarlos del barro. Es una buena metáfora también, ¿eh? Para usar. En una crisis hay que ayudar. ¿A quién? Y a quien el que tenga más cerca que lo necesite. Por lo menos se empieza por ahí. Juan Maquiera, director de Techo. Acérquense a Techo, ¿eh? Las vías para acceder pueden ser por Instagram... Pongan en Google Techo Argentina y ahí les va a aparecer. El Instagram es argentina-bajotecho. Ahí se anotan y ahí pueden entrar en todas las actividades. Sea para participar construyendo, sea para donar. Tenemos un plan de donantes. Claro, porque también hace falta, claro, hace falta también la plata para comprar las panelas y las cosas. Hay 27.000 personas que donan todos los meses 4.000 pesos por mes. Que nos permiten a nosotros cubrir los gastos de la organización y por arriba de eso toda donación que llega es una donación que va directamente a un vecino. Cualquier persona que hoy se sume a Techo o como socio o donando, ahora escuchando, está logrando que en la próxima Navidad, porque hoy ya no llegamos a hacer la casa hoy, pero en la próxima Navidad y todos los que sumaron este año lograron que 1.000 familias puedan hoy salir del barro y te dejo si querés de regalo, porque sé que además te gustan las palabras y las imágenes. ¡Ah, qué linda! En México, el equipo de Techo México, porque Techo está en toda Latinoamérica, armaron unas postales con dibujos que hacían los chicos, pero sobre todo te dejo lo de atrás porque es poesía pura. Son palabras de las personas que reciben la vivienda, cómo les va a cambiar la vida, cómo van a poder disfrutar del sol, cómo van a poder festejar en Año Nuevo. Es un regalo que hizo el equipo de Techo México y que me parece lindo porque justamente capta esto que decías vos de ayudando a alguien te ayudás a vos también. Y puede sonar autoayuda, pero no es autoayuda, hermano. Si vos venías a laburar con nosotros en Techo... Claro, si hacés una casa, imaginate. Vas un sábado y te vas el domingo. ¿Qué hiciste este fin de semana? ¿Sabés qué? Ayudé a construir una casa. A eso los invitamos. Gracias, Juan. Muchas gracias a vos por la invitación. Juan Maquiera, hoy en el Pase lo que pase ya arranca la inmensa minoría.
#96362133 Modificada: 24/12/2024 11:24 |
Duraci�n del audio: 26' 15"
Cotización de la nota: $40.162.500
Audiencia: 115.000
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