25/11/2021 Pagina12.com.ar - Cable

Testigos temerosos en el megajuicio por narcotráfico
"Con Castedo nunca me metí porque eran peligrosos"
Por Elena Corvalan
El periodista Roberto Belmont puso en palabras lo que otros declarantes ni siquiera mencionaron, ocupados en decir lo menos posible.

El comandante Javier Villalba, que en 2006 y 2007 estuvo en la Unidad Especial Antinarcóticos Frontera Norte e investigó a Delfín Castedo, a otros miembros de la familia y a otras personas de su entorno, aseguró ayer que estas personas operaban para ingresar droga desde Bolivia por el paraje Ipaguazu, desde donde la llevaban a la finca El Pajeal y luego la enviaban hacia el sur del país. Villalba declaró en el juicio que en el Tribunal Oral en lo Federal 1 de Salta se sigue contra Delfín Reynaldo Castedo, su hermano Raúl Amadeo "Hula" Castedo, su ex pareja Melba del Carmen Araujo, los hermanos Alberto Yudi y Luis Yudi, y Mario Alberto Yudi, hijo del primero, y el martillero público Eduardo Torino, acusados de integrar una organización criminal dedicada al narcotráfico y al lavado de activos. Su declaración rescató una jornada que venía agonizando entre testigos que respondían con frases elusivas o directamente recurrían a la falta de memoria. El periodista Roberto Belmont, otro que habló sin ambages, puso en palabras el síntoma: "Yo con Castedo nunca me metí porque eran peligrosos", respondió cuando le preguntaron si había investigado al Delfín luego de que la pequeña productora rural y comerciante Liliana Ledesma fuera a su radio a denunciar al entonces diputado provincial Ernesto Aparicio por el cierre de caminos vecinales en la zona rural lindante con Bolivia, en jurisdicción del municipio de Salvador Mazza. Aparicio era propietario de El Pajeal, que luego terminó en manos de Delfín Castedo. Ledesma fue asesinada tras esas denuncias. Belmont recordó que Ledesma afirmaba que había visto a Aparicio "en situación sospechosa" y que también lo acusaba por la muerte de su marido, Gilberto "Gili" Villagómez. Y a pesar del temor, dijo que en Salvador Mazza "era vox populi que Delfín Castedo se dedicaba al tráfico de cocaína", lo que también era manifiesto porque "pasó de ser dependiente a ser cuentapropista" y con mucho poder económico. En la radio de Belmont también hizo declaraciones una mujer que acusaba a Aparicio de haber dado muerte a su marido, Wilson Avalos. Ayer declararon ex compañeros de lucha de Ledesma, aunque dijeron poco. Sergio Rojas, su padre, Pilar Rojas, que vivía en la finca El Aybal (colindante con El Pajeal y que también es de Delfín Castedo) y se enfrentó al clan Castedo porque pretendía desalojarlo. También Walter Pérez, presidente entonces de la Asociación de Pequeños Productores de Madrejones, que denunció el cierre de los caminos vecinales, y declaró también Fidel Vicente Garzón, secretario de esa organización. Sergio Rojas acompañó en 2006 a Liliana Ledesma, cuando viajó a la ciudad de Salta para visibilizar los problemas que provocaba el cierre de caminos. Tras esas denuncias Ledesma fue asesinada, el 21 de septiembre de 2006, Sergio dijo que "claro", sintió miedo tras ese crimen. El padre de la joven, Eugenio Ledesma, tiene el puesto en Ipaguazu, en un lugar "muy próximo" al punto "álgido de narcotráfico", en palabras del comandante Villalba. Pilar Rojas dijo que recibió amenazas de un tal Rafael Toranzo, que decía que lo mandaban Delfín y Torino. Y añadió que el propio Delfín le dijo que Torino era su testaferro. "Lo único que quiero yo es que me devuelvan mis tierras" y sus vacas, pidió reiteradamente. Pilar fue desalojado de El Aybal cuando las fincas fueron embargadas y entregadas para su administración a la Universidad de Buenos Aires. Pérez y Garzón negaron haber firmado una nota de julio de 2006 en la que denunciaban "abusos y atropellos" de grandes propietarios y sostenían: "Delfín Castedo cerró el camino vecinal al paraje Ipaguazu". Pero Garzón lo terminó reconociendo cuando le exhibieron su firma, que acompaña a la de Pérez y otros pequeños productores de la zona. Garzón incluso llegó a decir que nunca escuchó hablar de narcotráfico en la zona. "¿Hace cuánto vive ahí?", le reprochó el fiscal Carlos Amad. "(Liliana Ledesma) me aportó mucha información", recordó ayer el comandante Villalba. Añadió que Villagómez había sido parte del clan Castedo. Y describió a los Ledesma como "una familia fronteriza trabajadora", que colaboraba con al justicia. Por ejemplo, solía informar los lugares por donde pasaban mochileros con droga.Ipaguazu "históricamente es una zona de intenso tráfico de estupefacientes", para el que preferentemente se usaba a mochileros que cruzaban por esa zona de selva. Desde Bolivia se importaban drogas y desde Argentina salían precursores químicos. El comandante recordó que Gendarmería Nacional realizó varios operativos en esa zona, dieron con una cocina de pasta base de cocaína en la quebrada El Sauzal, también hicieron secuestros en El Aybal y en Laguna Ipaguazu. "Se producían permanentemente los seguimientos en esa zona", que "era como la zona vulnerable".Villalba contó que el objetivo principal de la investigación de la que participó era Delfín Castedo, sindicado como el jefe de este clan, pero también se investigaba a Roberto Castedo, Yoni Castedo, Roxana Castedo y a Melba Araujo. Los tres primeros son hermanos de Delfín; Roxana es la esposa del narco de nacionalidad boliviana Mario Morfulis Herrera. Sobre el conflicto con los pequeños productores, señaló que eso derivó en el asesinato de Liliana Ledesma. Recordó que en El Pajeal se realizaban actividades agroforestales y se manejaban grandes sumas de dinero, todo lo cual se usaba "como fachada de una maniobra ilícita que les permitía a ellos acceder" a la frontera. Carbón Blanco Villalba dijo que la organización de los Castedo tenía vinculaciones en las provincias del Chaco, Santa Fe y Misiones. Recordó los datos que se conocieron en la operación Carbón Blanco, por la que se debarató una organización narcocriminal que realizó la mayor exportación de cocaína a Europa en la historia del país. Esa organización se valía de una empresa carbonífera para camuflar la droga que sacaba por el puerto de Barranqueras y desde ahí, por vía fluvial, a Uruguay, desde donde se enviaba al continente europeo. El Ministerio Público Fiscal acusó a Delfín Castedo por el envío al puerto de Bilbao de un embarque con 762 kilos de cocaína, uno de los transportes de Carbón Blanco. En esta causa se secuestraron las dos fincas del norte salteño, por entender que la droga que se enviaban a Europa ingresaba al país por esos terrenos.  Villalba señaló que en su investigación también llegaron a comprobar nexos entre Delfín y el abogado Carlos Salvatore, considerado uno de los capos en Carbón Blanco. "Asesoraba al clan Castedo", aseguró. También que recibieron una nota de un agente especial de la DEA que daba cuenta de que Delfín Castedo estaría operando con cocaína oculta en carbón vegetal que se exportaba a Europa.Por otro lado, el comandante añadió que las organizaciones narcocrminales que funcionaban entonces en Salvador Mazza, entre ellas el clan Nieto, el clan Ferreyra, el clan Guzmán, tenían contacto entre sí pero también rivalizaban y que como consecuencia de eso se produjo un aumento de la violencia a ambos lados de la frontera, ya sea por ajustes de cuentas, por pérdidas de droga o por traiciones. "Siempre se producían homicidios, era un número importante", contó. Y detalló la participación en la organización criminal de otras personas que están siendo juzgadas ahora mismo. Eduardo Torino, "o Pinto, como le decía el señor Castedo", era muy consultado por él para tomar decisiones comerciales, "actuaba como un administrador", aseguró. En otro tramo dijo que la empresa era Agroservicios El Aybal "estaba manejada por el señor Castedo, asesorado por Torino", la contadora Romero y el contador Alberto Yudi, y también por Aparicio. Sobre Melba Araujo dijo que "era una pieza importante". Y mencionó también a Hugo Girón, un contratista de madera con vinculaciones que le permitían conseguir la documentación necesaria para mover la madera que se cortaba en la finca.En otro orden, señaló que Delfín Castedo tenía antecedentes por falsificación de documentos, por participación en el tráfico de más de 100 kilos de cocaína que fueron secuestrados en un operativo denominado Pascuas Blancas, por infracción a la ley de contrabando y también estuvo vinculado al transporte de otros 100 kilos de cocaína que fue desbaratado en territorio boliviano. Tanto el comandante Javier Francisco Reniero como Villlalba mencionaron la "dificultad para investigar" estos delitos en un lugar pequeño donde cualquier extraño llama la atención, dijo el primero. "Es muy complejo investigar actividades de narcotráfico cuando las organizaciones son ya muy poderosas", añadió el segundo.

#30994143   Modificada: 25/11/2021 05:09 Cotización de la nota: $116.000
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