10/03/2021 Revista Fortuna - Nota - Economía - Pag. 24

Canje de bonos
YPF, un leading case para los privados
Mario Rodríguez Muñoz
La petrolera, que logró que el 60% de sus acreedores aceptaran postergar el vencimiento de uno de sus bonos en marzo, marca el camino que deberán seguir las empresas privadas para no caer en default.

Para Jonathan Gilbert, periodista de negocio de Bloomberg, el canje de deuda de YPF fue un “drama”.
En la petrolera, en cambio, estaban exultantes con haber logrado “liberar recursos por u$s630 millones hasta diciembre de 2022 para poder destinarlos al proceso productivo”. Lo cierto es que la mayor compañía estatal argentina consiguió que el 60% de los tenedores de bonos que vencían en marzo por u$s413 millones los canjearan por activos con vencimientos posteriores y además se logró que otro 32% de la deuda remanente (con vencimientos más adelante) aceptaran bonos al 2026, 2029 y 2033 por unos u$s 2.100 millones.
De esta manera, YPF evitó el default ya que por disposición del Banco Central, las empresas con deudas mensuales en dólares de más de u$s1.000.000 deben reestructurar por lo menos el 60% de esos pasivos si quieren recibir de la autoridad monetaria los dólares a precio oficial.
Luego esos requisitos fueron aflojados algo.
El canje, según el economista y especialista en mercado de capitales, Diego Martínez Burzaco, “sienta un precedente” para cualquier empresa que tenga deuda en dólares, “que muestra a las claras la fragilidad de la oferta de dólares en la Argentina”.
Es decir, que el canje de YPF es un “leading case” para cualquier empresa que no tenga dólares propios en el exterior para pagar sus compromisos externos o no tenga en sus planes deshacerse de activos para juntar los dólares que debe pagar. “Es decir –continúa el experto–, las compañías van a tener que financiarse voluntariamente con acuerdo de sus acreedores”.
Tampoco se puede recurrir al mercado financiero internacional. Lo que le pasa a la Argentina como país también se refleja en las empresas privadas. “Tanto en un caso como en el otro, se debe pagar un precio que se les carga a las empresas por las condiciones del país”, indica Martínez Burzaco.
En palabras simples, el riesgo país también impacta en las empresas privadas o públicas. “Y ese sobre precio que deben pagar, va más allá de si la empresa está bien o está mal”, advierte el economista y afirma que la normativa del Banco Central, para evitar la sangría de reservas, que obliga a las empresas a reestructurar sus deudas en dólares con una aceptación del 60% de sus acreedores “había dispuesto como una transición por seis meses, pero es evidente que llegó para quedarse”.
Para entender cómo fue el proceso por el que YPF logró que el 60% aceptara el canje, desde la compañía explican: “Si bien el canje del bono que vencía en marzo era prioritario, lo que hicimos fue extender el ofrecimiento, obviamente con distintas características, a los tenedores de todos nuestros bonos internacionales.
Lo que hicimos es ser justos con los demás tenedores de bonos dándole una oportunidad de participar de este activo particular que estábamos ofreciendo, que era éste activo y de esa forma les ofrecimos que cada uno pueda refinanciar los flujos cortos que tenían por recibir sobre los bonos que poseen, por una combinación de estos bonos con garantía y bonos sin garantía. Entonces por eso este canje abarcó todos los bonos internacionales de YPF”.
Para los que adhirieron al canje, la compañía ofreció Obligaciones Negociables con vencimiento en 2026, por u$s775,3 millones; 2029, por u$s747,8 millones, y 2033, por u$s575,6 millones.
Para el 60% que aceptó el canje del bono que vence en marzo se le ofreció un 37,5% del total, más u$s155 millones además de los intereses.
La deuda total de YPF es de u$s 6.100 millones.
El 40% restante que no quiso entrar recibirá el pago el 23 de marzo como estaba previsto en el bono original, por lo que el nivel de aceptación evitó el default ya que en realidad lo que impedía el pago completo es la normativa del Central: es decir, se hizo el canje para salvar las reservas. Las corporaciones no tienen como los estados cláusulas de acción colectiva, por lo que no se da que todos los acreedores deban aceptar las reestructuraciones de deudas privadas.
O sea que YPF tuvo el ok del Central tras el canje del 60%.
“La restricción cambiaria del Banco Central justamente requería de una refinanciación para poder brindarnos los dólares suficientes para poder cumplir con los compromisos.
La operación fue permitida en su conjunto luego de que presentamos un plan de refinanciación al Central, que vio con buenos ojos y lo aprobó. Con eso se habilitó no solo a comprar las divisas para poder cancelar el compromiso de pago como resultado de esa transacción”, detallan en YPF.
Desde YPF tratan de mostrar a los tenedores de bonos como más comprensivos y menos agresivos en sus pretensiones para el canje, a pesar de que el Grupo Ad Hoc estaba integrado por fondos ya acostumbrados a lidiar con los negociadores de deuda en default o con posibilidades del default (como el caso YPF): entre ellos están los fondos BlackRock, Fidelity o Ashmore Group, entre otros.
“¿Por qué aceptamos el 60%? –se preguntan en YPF–. Bueno, ahí hay una combinación de factores. Por un lado, había un riesgo real de que si ningún inversor aceptaba ingresar en el canje corríamos el riesgo de no poder pagarle a nadie. O sea, si todos querían cobrar el 23 de marzo, justamente la disposición del Central nos decía que no estaba permitido, que no íbamos a poder pagarle a todos en esa fecha. Por lo cual ya de por sí había un interés de los inversores de autoayudarse. O sea, en la medida en que participaban del canje, evitaban generar una situación de impago.
Obviamente, si lo que la compañía les hubiera ofrecido a los inversores no hubiera sido razonable, entonces no hubiera ingresado nadie. Y después entra uno en el terreno de los grises, ¿no? Hay un nivel en el cual para algunos inversores el valor ofrecido es lo suficientemente razonable y para otros tal vez no lo suficientemente razonable.
El 60% consideró que la propuesta era lo suficientemente razonable para evitar poner a la compañía en una situación que por cuestiones regulatorias no pueda cumplir con sus compromisos. Entonces básicamente lo que habrán analizado es que el producto, o el paquete que le ofrecía la compañía de valor, era un valor muy similar a cobrar justamente el 100% el 23 de marzo. Con lo cual, bueno, el riesgo era mucho mayor de no participar del canje, que de sí participar. Me parece que eso es en definitiva el análisis que terminaron haciendo los inversores”.
Algunos inversores consideraron que incluir en el canje los bonos que tenían vencimientos posteriores al 23 de marzo era “oportunista” y “hostil”.
Esto no es así para la petrolera. “Bueno, ahí también hay varios factores y, por un lado, cuando uno ofrece un instrumento con garantía, como el que ofrecimos a cambio del bono 2021, es un bono muy particular que no va a ser repetible. O sea, es un bono que tiene unas características particulares, de lo que se llama seniority: que cualquier bono futuro no va a igualarse a ese bono. Con lo cual, ofrecérselo solo el canje a un grupo particular de inversores nos parecía que no era justo”, dicen en las oficinas de la empresa.
“Ahora oportunista con una oferta totalmente voluntaria? –continúan–.
Bueno, cualquier cosa que uno hace es oportunista, ¿no? En el sentido de decir que uno cree que hay una oportunidad para hacer algo y por eso lo hace. Me parece que darle una connotación negativa a la palabra oportunista es desafortunado. Ahora, que no lo ven justo, razonable, por ahí me parece que no tienen un punto.
¿Por qué? Porque, justamente, lo que estábamos haciendo es ofrecer voluntariamente que los inversores puedan participar si lo consideran atractivo.
Hay un 30% que lo consideró atractivo y participó. Y yo diría que a la luz de los resultados de la transacción, gracias a que fue integral, pudimos cumplir con las necesidades del Banco Central. Si hubiéramos hecho como muchos inversores nos dijeron, solo enfocarnos en el bono 2021, no hubiera alcanzado para cumplir con lo que nos decía el Banco Central y hoy estaríamos todavía con un riesgo de default. Por lo cual, a la luz de los resultados de la transacción, creemos que los inversores tienen que estar agradecidos de que lo hicimos de esta forma, sino el Banco Central no nos hubiera dado la autorización”.

Miguel Pesce. El titular del Central, inflexible para entregar dólares a las empresas para que paguen deudas.







Crecimiento. YPF necesita aumentar su producción. Pero para esto necesita fondos frescos y que suba el precio internacional del crudo. El canje exitoso es fundamental.

Acto oficial. El presidente Alberto Fernández y otras autoridades, en un acto inaugural en una planta de YPF.

Caída. Las ventas de combustibles de la petrolera estatal cayeron a causa de la pandemia pero se están recuperando. Vaca Muerta vuelve a estar en el radar.

Fondo. BlackRock, acreedor de YPF, ya había negociado con Martín Guzmán en el canje de deuda soberana.



SHALE Y CONVENCIONAL
UN FRENTE PETROLERO A DOS PUNTAS

En el Gobierno decidieron tomar el tema de petróleo y gas con un método de pinzas: por el lado de la producción de hidrocarburos convencionales y por el otro lado de la extracción de gas y petróleo no convencional.
Pablo González, el nuevo presidente del Directorio de la petrolera, que reemplazó a Guillermo Nielsen, es un gran conocedor de la explotación de hidrocarburos convencionales.
Un comunicado de la empresa lo califica como un conocedor “en profundidad la actividad petrolera, a sus actores y las necesidades para su desarrollo. YPF es una de las principales operadoras de la Cuenca del Golfo San Jorge, de donde es oriundo González. Allí la compañía desarrolla una intensa actividad para el crecimiento de la producción convencional mediante técnicas de recuperación secundaria y terciara”.
González es contador y abogado e hizo una Diplomatura en Derecho de Hidrocarburos de la Universidad Austral. También fue jefe de Gabinete de Ministros en Santa Cruz, diputado provincial y senador nacional.
Pero este expertise en los hidrocarburos no convencionales no uqitan que tenga muy presente la importancia del shale.
Este interés lo une con uno de los principales impulsores de Vaca Muerta del Gobierno: el secretario de Energía de la Nación, Darío Martínez.
Los que lo conocen bien lo definen como un “militante energético” y, entre otras actividades referidas a su Secretaría, la producción de petróleo y gas lo desvela. En especial, el yacimiento de Vaca Muerta.
Entre sus objetivos está aumentar la producción de gas y petróleo y, como gran conocedor de la cuenca de extracción no convencional, su meta es poner en marcha la zona más allá de la baja del valor internacional de los hidrocarburos.
“La parálisis que tiene Vaca Muerta es por la improvisación que tuvo la gestión anterior en materia energética: se pasó de la política liberal a intervenir fuertemente y generó mucha desconfianza”, dijo en un reportaje.
A este interés se suma que tiene una muy buena relación con los gobernadores de las provincias productoras de gas y petróleo.
Por su parte, el CEO de YPF, Sergio Affronti, si bien no es ajeno a la actividad en Vaca Muerta, tiene 27 años de experiencia en el sector petrolero y su carrera se inició en la petrolera estatal como operativo de producción en Mendoza.

Shale. El secretario de Energía, Darío Martínez, es uno de los principales impulsores de la explotación de Vaca Muerta.

PRESIDENTE de YPF. El santacruceño Pablo González es un conocedor de la producción de petróleo convencional.



OPINIÓN Por Alejandro Einstoss*
YPF EN PANDEMIA: UN PACIENTE DE RIESGO

Las recientes dificultades de YPF en renegociar su deuda financiera pusieron en evidencia la delicada situación productiva, económico y financiera de la principal petrolera argentina.
La combinación de caída en volúmenes y precios da como resultado una reducción de los ingresos de la empresa que dependen fuerte de la venta de combustibles líquidos.
En los primeros 9 meses del 2020 YPF tuvo pérdidas operativas por USD 1.460 millones que luego de impuestos e intereses alcanzan perdidas de USD 1.637 millones y un perfil de vencimientos de deuda exigentes para 2021 y 2022 (USD 2200 millones).
El panorama se completa con restricciones al mercado de cambios que el Banco Central impuso a las empresas que deben hacer frente a sus vencimientos de deuda en dólares.
La renegociación puede mostrar como principal resultado el beneficio de dejar de pagar este año pagar USD 142 millones de intereses y poco mes de USD 147 millones de capital del bono que vence en marzo próximo.
Sin embargo, deja en evidencia que los mercados financieros externos están cerrados para la principal empresa nacional, que deberá mirar el mercado local en pesos para financiar la recomposición de su capital de trabajo.
En síntesis, la inercia actual de YPF que combina precios a la baja, decadencia productiva, caída de ingresos, pérdidas operativas.

*Economista jefe del Instituto Argentino de la Energía General Mosconi y docente de grado y posgrado UBA y UB




SALIDA INTEMPESTI
LA RENUNCIA DE GUILLERMO NIELSEN

Guillermo Nielsen explicó su salida del cargo de presidente del Directorio de YPF de esta manera: “En el marco de las versiones de público conocimiento sobre mi salida de YPF, les comento que se originan en un nuevo desafío que me fuera ofrecido por el Presidente de la Nación”. Ese desafío es la embajada argentina en Arabia Saudita.
Sin embargo, las versiones que corrieron en su momento fue que su renuncia fue porque no logró que Miguel Pesce, titular del Banco Central, le otorgara los u$s 413 millones para pagar los vencimientos de deuda de la petrolera del 23 de marzo.
El BCRA dispuso que todas las empresas con deudas mayores a un millón de dólares la obligación de renegociar por lo menos el 60%.
Si bien Nielsen indicó que iba a colaborar con el tema de la deuda con legislación extranjera, la empresa logró canjear el 60% de los bonos que vencían en marzo y más del 30% del remanente con vencimientos posteriores. Claro que esto se dio cuando ya estaba en la presidencia del Directorio, Pablo González, ex gobernador de Santa Cruz y cristinista de pura cepa.

Partida. Guillermo Nielsen dejó el Directorio de YPF y fue nombrado embajador en Arabia Saudita.


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